El Presupuesto de Sergio Massa anticipa un "enfriamiento" de la economía
Lunes 19 de
Septiembre 2022
El proyecto de Presupuesto 2023 contempla una caída de la economía en torno al 1,5% para el segundo semestre. Las previsiones de la hoja de ruta de Sergio Massa.
A pesar de que el Indec mostrará que en el primer semestre el PBI terminó con un alza, en el Ministerio de Economía reconocen que en la segunda mitad del año la economía caerá 1,5%, según se desprende del crecimiento plasmado en el proyecto de Presupuesto 2023. La inflación que dejó la crisis financiera y el endurecimiento del cepo importador son los factores claves del proceso de “enfriamiento” que enfrenta la actividad. La proyección oficial habla de una economía creciendo 2% el año que viene, aunque los analistas plantean dudas sobre esa posibilidad y advierten por un posible “estancamiento”.
El organismo estadístico publicará mañana el anticipo de actividad correspondiente al segundo trimestre. El Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) había marcado para ese periodo un crecimiento de 1,1% respecto a enero-marzo y de 6,5% en comparación al mismo lapso del año anterior. Un alto funcionario del Palacio de Hacienda reconoció a BAE Negocios que a partir de julio se vienen meses negativos para la actividad por el impacto de la crisis financiera que comenzó en junio y se profundizó en julio, además de las restricciones para acceder a divisas para importar insumos que afectó a la industria a partir del séptimo mes.
En coincidencia, la consultora LCG espera que se vea una reversión en el crecimiento a partir del tercer trimestre. “La inestabilidad asociada a la política, la falta de reservas que motivó mayores restricciones a las importaciones y la aceleración de la inflación indudablemente tendrán su correlato en términos de actividad”, consideraron.
Ese diagnóstico se desprende también del proyecto de Presupuesto 2023 que envió este jueves al Congreso el ministro de Economía, Sergio Massa. La consultora Ecolatina afirmó que allí se deja entrever un “enfriamiento” en la segunda parte del año. “Dado que junio había dejado un arrastre positivo de 5,1%, la estimación de un crecimiento promedio anual del 4% para este año supone una caída de la economía para el segundo semestre próxima al 1,5% frente al primero”, resaltaron.
A pesar de que en el Ministerio de Economía esperan que 2022 deje un “leve arrastre negativo”, la hoja de ruta del equipo de Massa proyectó un crecimiento del PBI en 2% para el año que viene. Los analistas califican este objetivo como “optimista” debido al sesgo fiscal contractivo que se necesita para cumplir la meta de déficit fiscal del 1,9% del PBI pactada con el FMI, una elevada inflación y las tensiones cambiarias que suelen aparecer en los años electorales.
Desde Equilibra mencionaron: “Es cierto que la población crece a un ritmo promedio del 1% anual y que 2023 es un año electoral, pero el sesgo de la política económica seguiría siendo contractivo- al menos hasta mediados del año cuando el FMI haría abultados desembolsos- lo que, sumando a la incertidumbre por el recambio presidencial y el mencionado arrastre negativo, probablemente lleva a un estancamiento del PBI”.
Ecolatina comentó que la estimación oficial para el año que viene luce “un tanto optimista”, aunque no está tan alejada de la mediana del REM, que proyecta un 1% de crecimiento. “Aún así, al evaluar el ingreso por habitante se observa que todavía habría camino por recorrer: el PBI per cápita seguiría casi 2% por debajo de 2018 y sería 5% menor a 2017”, añadieron.
La consultora Econviews sostuvo: “con arrastre estadístico nulo, para que el promedio quede positivo se necesita generar crecimiento genuino. El Gobierno procurará apuntalar el consumo, pero si busca cumplir el acuerdo con el FMI deberá profundizar el ajuste, con el efecto recesivo que ello implica, y la aceleración inflacionaria dificultará una recuperación del salario real”.
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Por Agustín Maza - BAE
El organismo estadístico publicará mañana el anticipo de actividad correspondiente al segundo trimestre. El Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) había marcado para ese periodo un crecimiento de 1,1% respecto a enero-marzo y de 6,5% en comparación al mismo lapso del año anterior. Un alto funcionario del Palacio de Hacienda reconoció a BAE Negocios que a partir de julio se vienen meses negativos para la actividad por el impacto de la crisis financiera que comenzó en junio y se profundizó en julio, además de las restricciones para acceder a divisas para importar insumos que afectó a la industria a partir del séptimo mes.
En coincidencia, la consultora LCG espera que se vea una reversión en el crecimiento a partir del tercer trimestre. “La inestabilidad asociada a la política, la falta de reservas que motivó mayores restricciones a las importaciones y la aceleración de la inflación indudablemente tendrán su correlato en términos de actividad”, consideraron.
Ese diagnóstico se desprende también del proyecto de Presupuesto 2023 que envió este jueves al Congreso el ministro de Economía, Sergio Massa. La consultora Ecolatina afirmó que allí se deja entrever un “enfriamiento” en la segunda parte del año. “Dado que junio había dejado un arrastre positivo de 5,1%, la estimación de un crecimiento promedio anual del 4% para este año supone una caída de la economía para el segundo semestre próxima al 1,5% frente al primero”, resaltaron.
A pesar de que en el Ministerio de Economía esperan que 2022 deje un “leve arrastre negativo”, la hoja de ruta del equipo de Massa proyectó un crecimiento del PBI en 2% para el año que viene. Los analistas califican este objetivo como “optimista” debido al sesgo fiscal contractivo que se necesita para cumplir la meta de déficit fiscal del 1,9% del PBI pactada con el FMI, una elevada inflación y las tensiones cambiarias que suelen aparecer en los años electorales.
Desde Equilibra mencionaron: “Es cierto que la población crece a un ritmo promedio del 1% anual y que 2023 es un año electoral, pero el sesgo de la política económica seguiría siendo contractivo- al menos hasta mediados del año cuando el FMI haría abultados desembolsos- lo que, sumando a la incertidumbre por el recambio presidencial y el mencionado arrastre negativo, probablemente lleva a un estancamiento del PBI”.
Ecolatina comentó que la estimación oficial para el año que viene luce “un tanto optimista”, aunque no está tan alejada de la mediana del REM, que proyecta un 1% de crecimiento. “Aún así, al evaluar el ingreso por habitante se observa que todavía habría camino por recorrer: el PBI per cápita seguiría casi 2% por debajo de 2018 y sería 5% menor a 2017”, añadieron.
La consultora Econviews sostuvo: “con arrastre estadístico nulo, para que el promedio quede positivo se necesita generar crecimiento genuino. El Gobierno procurará apuntalar el consumo, pero si busca cumplir el acuerdo con el FMI deberá profundizar el ajuste, con el efecto recesivo que ello implica, y la aceleración inflacionaria dificultará una recuperación del salario real”.
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Por Agustín Maza - BAE
