Una pareja tiene el mejor trabajo del mundo y lo muestran sin culpas a través de Instagram
Martes 18 de
Abril 2017
¿Quién no soñó alguna vez con ser turista de profesión? Viajar por todos los rincones del mundo, disfrutar de los mejores alojamientos, comer los manjares de distintas culturas... y encima recibir dinero por hacerlo.
Pero hay algunos casos en que la realidad supera a la ficción. Tal es el caso de Jack Morris y Lauren Bullen, una pareja joven, resuelta y afortunada que lleva casi un año cumpliendo el sueño de muchos mortales, viajando hasta el momento por 45 países y llenándose los bolsillos de dinero.
"Lo más que me han pagado por uno han sido 9.000 dólares. Hice un trabajo para una compañía telefónica que implicaba un viaje de tres días y cinco fotos en Instagram. En esa ocasión me pagaron 35.000 dólares".
El negocio de la pareja está directamente ligado a Instagram. Jack Morris, un británico de 24 años, trabajaba limpiando alfombras en Manchester cuando un día se hartó de su vida rutinaria y voló hacia Bangkok. Lauren Bullen, una australiana de la misma edad, era la ayudante de un dentista. Como aficionados a la fotografía y millennials de pura cepa, exprimían Instagram y soñaban con sacarle partido algún día. El año pasado se conocieron en Fiji y decidieron que viajando juntos tendrían más posibilidades.
Hoy, 2,2 millones de personas siguen a Morris en Instagram (@doyoutravel), y casi un millón y medio a Bullen (@gypsea_lust). Marcas de todo tipo han visto el potencial de esa audiencia y les están pagando un dineral por promocionar sutilmente sus productos en esa red social.
"No publicamos una foto por menos de 2.800 euros. Lo más que me han pagado por una han sido 8.500 euros. Una compañía telefónica me pagó por subir cinco fotos a Instagram 33.000 euros", cuenta Lauren.
"No hacemos un post por menos de 3.000 dólares", explicó Morris en una entrevista con Cosmopolitan. "Lo más que me han pagado por uno han sido 9.000 dólares. Hice un trabajo para una compañía telefónica que implicaba un viaje de tres días y cinco fotos en Instagram. En esa ocasión me pagaron 35.000 dólares". Y eso es sólo lo que cobra él (la tarifa de ella es ligeramente inferior). Morris publica unas nueve fotos al mes.
La pregunta clave es: ¿por qué ellos fueron los elegidos y no otros? Quizás la respuesta está en ser fotogénico y hacer fotos muy expresivas en lugares no menos bellos. Dicho de otro modo: viendo sus fotos, a uno le gustaría ser tan atractivo como Jack o Lauren y estar donde ellos están. Las marcas han llegado a la misma conclusión y añadido una línea más a la ecuación: a uno le gustaría estar en el mismo hotel o llevar el mismo reloj que ellos.
Estas referencias las consignan puntualmente en sus posts. Por ejemplo, en una bella imagen de espaldas frente al Taj Mahal, en la India, aparecen mencionadas @ITChotels y @TheLuxuryCollection, las cuentas de dos cadenas hoteleras; en otra, tomada en una playa de Filipinas, con Bullen al fondo y el reloj de Morris en primer plano, se cita a @paul_heweitt, firma alemana de relojes y complementos.
Sus fotos son cualquier cosa menos selfies improvisados. Traicionando el espíritu de Instagram, no las hacen con el móvil, sino con una Canon 5D MK3 y una Sony A7S II. Las retocan como lo haría un profesional. "No uso apps para móvil o filtros. Edito usando Lightroom -un programa de edición gráfica- en mi MacBook Pro", explica.
Con información de
La Capital