Russ, la fiesta adolescente en Noruega que dura casi un mes y es un descontrol total
Martes 20 de
Junio 2017
Los adolescentes que están a punto de terminar la secundaria celebran el fin de la etapa con sexo y alcohol
Llega la primavera y en Noruega los adolescentes que están a punto de terminar la secundaria se preparan para Russefeiring, más conocida como Russ, la fiesta alocada que dura casi un mes y durante la cual pierden todo tipo de tapujos: toman litros de alcohol, bailan hasta cansarse y se enamoran a fondo.
De las playas a los bares, todos los espacios desde fines de abril y hasta la mitad de mayo son tomados por los jóvenes, que están dispuestos a disfrutar hasta las últimas consecuencias de la etapa que están dejando atrás. Hay premios para los que tienen sexo, se gastan cientos de dólares en bebidas, en pastillas para el dolor de cabeza y el cansancio y todo eso sin dejar de asistir a clases.
"Son adolescentes llenos de esteroides", dice un adulto para describir lo que sucede en estas tres semanas. "Es una locura incomparable", agrega otro, de acuerdo a lo publicado por el diario News.com.au.
La fiesta se caracteriza por los viajes desordenados de los jóvenes por las carreteras del país y por las playas llenas de borrachos. Para cumplir enteramente con el ritual de este evento, cada año 12 estudiantes tienen que emprender una serie de retos extraños, que van desde dormir en los árboles hasta pasar una noche en la casa de alguno de sus profesores sin que se dé cuenta.
La vestimenta también es parte de la fiesta. Los alumnos que estudiaron agricultura llevan indumentos verdes, aquellos que eligieron economía, azules; aunque la mayoría viste rojo, el tono nacional de Noruega.
Además, la fiesta cuenta con autobuses diseñados a medida con interiores con sofás de cuero, láseres y cines privados.
Todo esto, en un ambiente de tolerancia total porque dada la tradición que significa, los noruegos respetan el momento como una especie de rito patriótico. Sin embargo, en los últimos años las autoridades se han preocupado por la creciente violencia: son muchos los adolescentes y demasiado el alcohol que consumen.
De las playas a los bares, todos los espacios desde fines de abril y hasta la mitad de mayo son tomados por los jóvenes, que están dispuestos a disfrutar hasta las últimas consecuencias de la etapa que están dejando atrás. Hay premios para los que tienen sexo, se gastan cientos de dólares en bebidas, en pastillas para el dolor de cabeza y el cansancio y todo eso sin dejar de asistir a clases.
"Son adolescentes llenos de esteroides", dice un adulto para describir lo que sucede en estas tres semanas. "Es una locura incomparable", agrega otro, de acuerdo a lo publicado por el diario News.com.au.
La fiesta se caracteriza por los viajes desordenados de los jóvenes por las carreteras del país y por las playas llenas de borrachos. Para cumplir enteramente con el ritual de este evento, cada año 12 estudiantes tienen que emprender una serie de retos extraños, que van desde dormir en los árboles hasta pasar una noche en la casa de alguno de sus profesores sin que se dé cuenta.
La vestimenta también es parte de la fiesta. Los alumnos que estudiaron agricultura llevan indumentos verdes, aquellos que eligieron economía, azules; aunque la mayoría viste rojo, el tono nacional de Noruega.
Además, la fiesta cuenta con autobuses diseñados a medida con interiores con sofás de cuero, láseres y cines privados.
Todo esto, en un ambiente de tolerancia total porque dada la tradición que significa, los noruegos respetan el momento como una especie de rito patriótico. Sin embargo, en los últimos años las autoridades se han preocupado por la creciente violencia: son muchos los adolescentes y demasiado el alcohol que consumen.
Con información de
lanacion