SANTA FE
Contigiani niega que existan tensiones con la Casa Gris
Por:
Luis Rodrigo
Jueves 04 de
Enero 2018
Dice que la realidad política nacional cerró la “avenida del centro”. Llama a pensar por fuera de la grieta y sobre todo “frente a la derecha”.
El diputado nacional Luis Contigiani negó que existan tensiones con el gobierno provincial, y aseguró que se mantiene en contacto con el gobernador Miguel Lifschitz. “No hablamos casi a diario como cuando era su ministro o durante la campaña electoral, pero hay una relación muy buena”, sintetizó.
En diálogo con El Litoral agradeció públicamente los elogios que el gobernador hiciera a su primer discurso en la Cámara, justamente para argumentar su voto contrario a la reforma previsional. Y citó a Lifschitz al señalar que “es cierto lo que dice el gobernador: la letra chica de la ley contradice el pacto fiscal, estamos seguros que los jubilados ahora no le van a ganar a la inflación”.
“Más allá de las especulaciones que se hicieron, mi voto contra la reforma previsional no fue una sorpresa. El PS se había pronunciado en ese sentido y como soy el único legislador del Frente Progresista se prestó mucha atención a nuestra posición. Espero que el gobierno nacional no discrimine a Santa Fe, que sea democrática su lectura de lo que ocurrió. Entiendo que el presidente, el actual y todos los presidentes deben aceptar que las provincias son preexistentes al país y tienen posiciones coincidentes y también diferencias”.
El legislador consideró que es cuanto menos “exagerado” sostener que se haya acercado al peronismo en su labor parlamentaria y subrayó que espera que la clase dirigente opositora en la Argentina logre construir un espacio plural que “además de rechazar las políticas neoliberales” del gobierno nacional, sea capaz de construir una alternativa de poder.
Para describir esa fuerza política que imagina, Contigiani usa la palabra “transversal” que instalara Néstor Kirchner cuando buscaba consenso para su primera presidencia, en 2003. Pero también cita al preámbulo de la Constitución, en el párrafo en el que abre el país a todos los hombres “de buena voluntad”, que fue el eje de la campaña de Raúl Alfonsín en 1983.
- Causó una fuerte repercusión su discurso sobre la reforma fiscal, en el que nombró tres veces a su colega justicialista Alejandra Rodenas, del NES.
- Con la diputada tenemos una buena relación, no sólo con ella, sino con un conjunto de diputados. Lo mismo con la diputada Silvina Frana, que también es santafesina y muy reflexiva. O con Daniel Arroyo, del Frente Renovador, que es un tipo brillante, muy estudioso, con Alejandro Grandinetti que pertenece a ese espacio y es santafesino también dialogamos mucho, o con Marcos Lavagna, por citar algunos nombres.
Cuando hablé por mi bloque y el de la diputada Rodenas lo habíamos acordado. Ella me pidió que lo hiciera. Coordinamos acciones y así quedamos.
- Ud. lo dice como si fuera sólo una cuestión de practicidad...
- No. Claro, en política esto no es neutro. Hay una necesidad que compartimos de armar algo diferente, transversal para el país, para Santa Fe.
- ¿Hay más diputados opositores santafesinos en ese diálogo?
- Sería muy arriesgado de mi parte que diera nombres, en realidad no he hablado en estos términos con otros diputados. Simplemente expreso una opinión personal. Creo que es hora de construir una alternativa transversal con hombres de buena voluntad, honestos, que piensen en el Siglo XXI y en hacer algo diferente en el país. Con lo que hicimos, hasta ahora, no nos fue bien. Creo que Alejandra Rodenas comparte esos valores, y lo mismo otros diputados, con los que repito no he hablado pero me parece que están dispuestos, de todos los partidos.
- ¿Hay que superar la grieta?
- Es un desafío que tiene que partir de la unión de voluntades de personas honestas, progresistas, que crean en la justicia social. Que compartan una mirada del país. Ni yo soy lo suficientemente importante como para dar nombres, ni para hacer una convocatoria. Mi idea es que tienen que ser plural.
- ¿Qué quiere decir que “el centrismo no tiene más oportunidades”?
- Lo que quiero decir con eso merece una reflexión más a fondo. Sigo muy de cerca el proceso político en Chile. En las elecciones la derecha mantuvo el 44% de los votos, los mismos que sacó Pinochett al dejar el poder. Y la centro izquierda socialdemócrata y cristiana fue dividida y perdió. Sumada hubiera mantenido su caudal. El partido que apostó por ir por el centro, la Democracia Cristiana otrora muy poderoso, cayó al 5%. En Brasil hay un panorama similar, también en Uruguay.
- No era tan ancha la avenida del medio...
- El camino del centro político está agotado. Más allá de si me gusta o no. Y sinceramente del todo no me gusta que sea así. Lo veo así, creo que es la realidad política. En cada país se forman grandes bloques en una u otra dirección. De una parte se ubican liberales, neoliberales, empresariales y desarrollistas y en otra se encuentran la centro izquierda, una izquierda democrática y progresista. Dos grandes bloques. Y en el caso de la Argentina, el desafío es construir algo que sea diferente de Macri y en la oposición diferente de Cristina.
- ¿Cómo puede la oposición crecer con ese techo que le impone la ex presidenta?
- Al techo no lo impone sólo Cristina. Lo impone también Macri. El presidente es el principal interesado en que Cristina tenga un rol relevante.
Por eso vuelvo al concepto de que aunque nos cueste, aunque sea un gran esfuerzo, aunque lleve mucho tiempo en el país el desafío es construir un bloque político transversal progresista de cara al Siglo XXI.
Pienso que Macri y Cristina están mirando al Siglo XX. Todavía no nos industrializamos en los términos del siglo pasado y ya estamos muy lejos de la revolución tecnológica del actual... Eso debemos resolver. El sistema político argentino se tiene que polarizar, lo digo desde el análisis, me puedo equivocar. Y Santa Fe también.
- ¿Eso implica abrir el Frente Progresista a expresiones del peronismo en Santa Fe?
- La línea transversal debe incluir a todos los hombres de buena voluntad, honestos, comprometidos, que crean en la justicia social, del radicalismo y el peronismo. Y ni hablar del socialismo. ¿Un desafío tan grande, se puede hacer sin el peronismo? Esa es la pregunta que me hago.
Cuando miro en Diputados el peronismo que está en el PRO, nada menos que presidente de la Cámara, el peronismo del Frente Renovador, el de Argentina Federal, el de las provincias, etc, etc, es más del 80% del recinto... y yo que me siento un poco atrás de todos veo que aún divididos y partidos son una fuerza que no se puede ignorar. Y el radicalismo lo mismo.
En diálogo con El Litoral agradeció públicamente los elogios que el gobernador hiciera a su primer discurso en la Cámara, justamente para argumentar su voto contrario a la reforma previsional. Y citó a Lifschitz al señalar que “es cierto lo que dice el gobernador: la letra chica de la ley contradice el pacto fiscal, estamos seguros que los jubilados ahora no le van a ganar a la inflación”.
“Más allá de las especulaciones que se hicieron, mi voto contra la reforma previsional no fue una sorpresa. El PS se había pronunciado en ese sentido y como soy el único legislador del Frente Progresista se prestó mucha atención a nuestra posición. Espero que el gobierno nacional no discrimine a Santa Fe, que sea democrática su lectura de lo que ocurrió. Entiendo que el presidente, el actual y todos los presidentes deben aceptar que las provincias son preexistentes al país y tienen posiciones coincidentes y también diferencias”.
El legislador consideró que es cuanto menos “exagerado” sostener que se haya acercado al peronismo en su labor parlamentaria y subrayó que espera que la clase dirigente opositora en la Argentina logre construir un espacio plural que “además de rechazar las políticas neoliberales” del gobierno nacional, sea capaz de construir una alternativa de poder.
Para describir esa fuerza política que imagina, Contigiani usa la palabra “transversal” que instalara Néstor Kirchner cuando buscaba consenso para su primera presidencia, en 2003. Pero también cita al preámbulo de la Constitución, en el párrafo en el que abre el país a todos los hombres “de buena voluntad”, que fue el eje de la campaña de Raúl Alfonsín en 1983.
- Causó una fuerte repercusión su discurso sobre la reforma fiscal, en el que nombró tres veces a su colega justicialista Alejandra Rodenas, del NES.
- Con la diputada tenemos una buena relación, no sólo con ella, sino con un conjunto de diputados. Lo mismo con la diputada Silvina Frana, que también es santafesina y muy reflexiva. O con Daniel Arroyo, del Frente Renovador, que es un tipo brillante, muy estudioso, con Alejandro Grandinetti que pertenece a ese espacio y es santafesino también dialogamos mucho, o con Marcos Lavagna, por citar algunos nombres.
Cuando hablé por mi bloque y el de la diputada Rodenas lo habíamos acordado. Ella me pidió que lo hiciera. Coordinamos acciones y así quedamos.
- Ud. lo dice como si fuera sólo una cuestión de practicidad...
- No. Claro, en política esto no es neutro. Hay una necesidad que compartimos de armar algo diferente, transversal para el país, para Santa Fe.
- ¿Hay más diputados opositores santafesinos en ese diálogo?
- Sería muy arriesgado de mi parte que diera nombres, en realidad no he hablado en estos términos con otros diputados. Simplemente expreso una opinión personal. Creo que es hora de construir una alternativa transversal con hombres de buena voluntad, honestos, que piensen en el Siglo XXI y en hacer algo diferente en el país. Con lo que hicimos, hasta ahora, no nos fue bien. Creo que Alejandra Rodenas comparte esos valores, y lo mismo otros diputados, con los que repito no he hablado pero me parece que están dispuestos, de todos los partidos.
- ¿Hay que superar la grieta?
- Es un desafío que tiene que partir de la unión de voluntades de personas honestas, progresistas, que crean en la justicia social. Que compartan una mirada del país. Ni yo soy lo suficientemente importante como para dar nombres, ni para hacer una convocatoria. Mi idea es que tienen que ser plural.
- ¿Qué quiere decir que “el centrismo no tiene más oportunidades”?
- Lo que quiero decir con eso merece una reflexión más a fondo. Sigo muy de cerca el proceso político en Chile. En las elecciones la derecha mantuvo el 44% de los votos, los mismos que sacó Pinochett al dejar el poder. Y la centro izquierda socialdemócrata y cristiana fue dividida y perdió. Sumada hubiera mantenido su caudal. El partido que apostó por ir por el centro, la Democracia Cristiana otrora muy poderoso, cayó al 5%. En Brasil hay un panorama similar, también en Uruguay.
- No era tan ancha la avenida del medio...
- El camino del centro político está agotado. Más allá de si me gusta o no. Y sinceramente del todo no me gusta que sea así. Lo veo así, creo que es la realidad política. En cada país se forman grandes bloques en una u otra dirección. De una parte se ubican liberales, neoliberales, empresariales y desarrollistas y en otra se encuentran la centro izquierda, una izquierda democrática y progresista. Dos grandes bloques. Y en el caso de la Argentina, el desafío es construir algo que sea diferente de Macri y en la oposición diferente de Cristina.
- ¿Cómo puede la oposición crecer con ese techo que le impone la ex presidenta?
- Al techo no lo impone sólo Cristina. Lo impone también Macri. El presidente es el principal interesado en que Cristina tenga un rol relevante.
Por eso vuelvo al concepto de que aunque nos cueste, aunque sea un gran esfuerzo, aunque lleve mucho tiempo en el país el desafío es construir un bloque político transversal progresista de cara al Siglo XXI.
Pienso que Macri y Cristina están mirando al Siglo XX. Todavía no nos industrializamos en los términos del siglo pasado y ya estamos muy lejos de la revolución tecnológica del actual... Eso debemos resolver. El sistema político argentino se tiene que polarizar, lo digo desde el análisis, me puedo equivocar. Y Santa Fe también.
- ¿Eso implica abrir el Frente Progresista a expresiones del peronismo en Santa Fe?
- La línea transversal debe incluir a todos los hombres de buena voluntad, honestos, comprometidos, que crean en la justicia social, del radicalismo y el peronismo. Y ni hablar del socialismo. ¿Un desafío tan grande, se puede hacer sin el peronismo? Esa es la pregunta que me hago.
Cuando miro en Diputados el peronismo que está en el PRO, nada menos que presidente de la Cámara, el peronismo del Frente Renovador, el de Argentina Federal, el de las provincias, etc, etc, es más del 80% del recinto... y yo que me siento un poco atrás de todos veo que aún divididos y partidos son una fuerza que no se puede ignorar. Y el radicalismo lo mismo.
Con información de
ellitoral
