SANTA FE
Mató a tres personas en Santa Rosa de Lima y un tribunal lo condenó a 20 años de prisión
Martes 26 de
Junio 2018
Un tribunal pluripersonal de jueces penales de Santa Fe condenó a 20 años de prisión a Alberto Javier Serrat, un changarín imputado en la causa que investigó el crimen de Juan Carlos Romero, de su hijo Ramón Juan Romero y de su sobrino Carlos Diego Romero. Dicho crimen ocurrió el sábado 2 de julio de 2016 en inmediaciones de Mendoza al 4700 del barrio Santa Rosa de Lima.
El dictamen judicial fue determinado por los jueces Susana Luna (presidente), Jorge Pegassano y Héctor Gabriel Candioti, los cuales homologaron el juicio exprés que cerró la defensa de Serrat, a cargo de Daniel Rocca y el fiscal de la Fiscalía de Homicidios, Cristina Ferraro, con el aval del fiscal regional Carlos Arietti.
Ese acuerdo se llevó a cabo el pasado 6 de junio en la Sala I del subsuelo de tribunales y se dio en medio de una controvertida situación ya que los familiares de los Romero, ante la jueza Luna, expresaron su rechazo a la pena acordada por 20 años de cárcel para Serrat. "Mató a tres personas, como si fueran animales. Ellos no tuvieron forma de defenderse. No nos parece justo", indicaron en ese entonces.
"No estoy para nada de acuerdo con este arreglo, son tres muertos", expresó la viuda de Juan Carlos Romero, en medio de lágrimas.
Sin embargo, desde la Fiscalía le indicaron al tribunal que los familiares de las víctimas habían consentido, previamente a la audiencia, a que se lleve a cabo el juicio abreviado.
Por su parte y al culminar las tratativas, Serrat le dijo al tribunal que se había arrepentido de sus actos cometidos en aquella fatal y violenta noche en la barriada de Santa Rosa de Lima. "Estoy arrepentido de lo que hice", expresó.
Noche de balas y muertes
La pena por la cual Serrat fue condenado a 20 años de cárcel fue en base a un brutal ataque armado que protagonizó en Mendoza al 4700, cuando en la noche del 2 de julio del 2016 arremetió a balazos contra los Romero.
La versión de la Fiscalía indicó que "minutos después de las 21, los tres hombres de apellido Romero salieron de la vivienda para comprar bebida, cuando fueron interceptados por integrantes de la familia Serrat, con los que comenzaron una disputa verbal que se trasladó a la intersección de calles Mendoza y Pasaje Público".
"En un momento, apareció en el lugar el hombre condenado, quien extrajo de entre sus ropas una pistola calibre 9 milímetros y comenzó a descerrajar una multiplicidad de disparos en contra de los apellidados Romero", explicó el organismo judicial por medio de su oficina de prensa.
Los fallecidos en el lugar fueron en total dos, Carlos Diego Romero (30), quien recibió cuatro impactos de bala –en el tórax, espalda y cabeza– y Juan Ramón Romero (36), quien fue impactado por tres balazos en la zona de la espalda y en el cráneo.
Por su parte, Juan Carlos Romero –padre y tío de los fallecidos– fue baleado en la zona del pecho y terminó siendo trasladado al hospital José María Cullen, donde fue asistido. Un día después, cerca de la medianoche del 3 de julio, se constató su fallecimiento.
Tras el ataque, Serrat se dio a la fuga por calle Arenales y no se supo nada más de él hasta el octubre del 2016, cuando se entregó, por medio de su abogado, a los agentes de la Sección Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) de Santa Fe. Tres días después y pese a que la defensa solicitó la excarcelación, el juez Sergio Carraro impuso la medida cautelar y determinó que el imputado quede en prisión hasta que llegue el juicio.
Ese acuerdo se llevó a cabo el pasado 6 de junio en la Sala I del subsuelo de tribunales y se dio en medio de una controvertida situación ya que los familiares de los Romero, ante la jueza Luna, expresaron su rechazo a la pena acordada por 20 años de cárcel para Serrat. "Mató a tres personas, como si fueran animales. Ellos no tuvieron forma de defenderse. No nos parece justo", indicaron en ese entonces.
"No estoy para nada de acuerdo con este arreglo, son tres muertos", expresó la viuda de Juan Carlos Romero, en medio de lágrimas.
Sin embargo, desde la Fiscalía le indicaron al tribunal que los familiares de las víctimas habían consentido, previamente a la audiencia, a que se lleve a cabo el juicio abreviado.
Por su parte y al culminar las tratativas, Serrat le dijo al tribunal que se había arrepentido de sus actos cometidos en aquella fatal y violenta noche en la barriada de Santa Rosa de Lima. "Estoy arrepentido de lo que hice", expresó.
Noche de balas y muertes
La pena por la cual Serrat fue condenado a 20 años de cárcel fue en base a un brutal ataque armado que protagonizó en Mendoza al 4700, cuando en la noche del 2 de julio del 2016 arremetió a balazos contra los Romero.
La versión de la Fiscalía indicó que "minutos después de las 21, los tres hombres de apellido Romero salieron de la vivienda para comprar bebida, cuando fueron interceptados por integrantes de la familia Serrat, con los que comenzaron una disputa verbal que se trasladó a la intersección de calles Mendoza y Pasaje Público".
"En un momento, apareció en el lugar el hombre condenado, quien extrajo de entre sus ropas una pistola calibre 9 milímetros y comenzó a descerrajar una multiplicidad de disparos en contra de los apellidados Romero", explicó el organismo judicial por medio de su oficina de prensa.
Los fallecidos en el lugar fueron en total dos, Carlos Diego Romero (30), quien recibió cuatro impactos de bala –en el tórax, espalda y cabeza– y Juan Ramón Romero (36), quien fue impactado por tres balazos en la zona de la espalda y en el cráneo.
Por su parte, Juan Carlos Romero –padre y tío de los fallecidos– fue baleado en la zona del pecho y terminó siendo trasladado al hospital José María Cullen, donde fue asistido. Un día después, cerca de la medianoche del 3 de julio, se constató su fallecimiento.
Tras el ataque, Serrat se dio a la fuga por calle Arenales y no se supo nada más de él hasta el octubre del 2016, cuando se entregó, por medio de su abogado, a los agentes de la Sección Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) de Santa Fe. Tres días después y pese a que la defensa solicitó la excarcelación, el juez Sergio Carraro impuso la medida cautelar y determinó que el imputado quede en prisión hasta que llegue el juicio.
Con información de
UNO