Fuga en la autopista: todo apunta a “una gran negligencia”
Viernes 31 de
Mayo 2019
A tres semanas de la llamativa fuga de presos en la autopista Santa Fe-Rosario, la justicia rosarina avanza sobre la hipótesis de “una gran negligencia” de los agentes penitenciarios, descartando así una posible complicidad con los reclusos.
Aún restan recapturar a tres de los nueve presos fugados: se trata de Leandro Ubaldo Cabalie (cumplía condena en el penal de Coronda por homicidio), Mariano Ezequiel Cardozo (detenido por robo seguido de muerte agravado por el uso de arma de fuego) y Hugo Peralta (condenado a 20 años por los delitos de amenazas calificadas, robo simple, robo calificado por uso de arma de fuego).
Mientras tanto, los diez agentes penitenciarios que estaban a cargo de la custodia de los presos (nueve varones y una mujer) permanecen en libertad, separados de funciones, imputados e investigados por la fiscalía a cargo de Karina Bartocci.
Para la funcionaria judicial, los elementos recabados como prueba apuntarían hasta el momento a “una gran negligencia al momento de la requisa”, según lo manifestó en diálogo con el programa Todo Pasa.
Además, reconstruyó el momento en el que se produjo el escape durante el traslado de 13 reclusos en minibus desde Rosario hasta Coronda.
Bartocci confirmó que uno de los presos encendió un cigarrillo (no se sabe si de tabaco o marihuana), “uno de los penitenciarios abrió la puerta mientras estaba en marcha el minibús para intentar que deponga esta actitud y ahí se les abalanzan”.
Las esposas
La fiscal rosarina admitió que, ahora, tienen “los ojos puestos en las esposas” ya que “deberían haber estado todos esposados”.
“El protocolo indica que tienen que estar todos esposados, sabemos que hay cuatro que no se fugaron que sí estaban esposados. Por eso la gran duda es cómo estaban los demás”, explicó.
Además, precisó que “las pericias de las esposas indican que no estaban violentadas”.
“O no estaban esposados o uno de ellos tenía una llave. En ambos casos es una negligencia porque no hubo requisa”, agregó.
Las armas
Bartocci indicó que “no todos (los penitenciarios) estaban armados, pero había tres armas más que no fueron sustraídas” por los presos fugados.
“La posibilidad de repeler esta acción estaba y estamos viendo también por qué no se llevó a una represión mayor de la que hubo, asistir al que estaba herido, llamar al 911. Uno de ellos relata que tiró al aire con la escopeta anti tumultos pero no con las armas”, añadió.
También mencionó que se encontraron sólo dos vainas servidas pero que los testimonios hablan de entre ocho y nueve disparos.
Mientras tanto, los diez agentes penitenciarios que estaban a cargo de la custodia de los presos (nueve varones y una mujer) permanecen en libertad, separados de funciones, imputados e investigados por la fiscalía a cargo de Karina Bartocci.
Para la funcionaria judicial, los elementos recabados como prueba apuntarían hasta el momento a “una gran negligencia al momento de la requisa”, según lo manifestó en diálogo con el programa Todo Pasa.
Además, reconstruyó el momento en el que se produjo el escape durante el traslado de 13 reclusos en minibus desde Rosario hasta Coronda.
Bartocci confirmó que uno de los presos encendió un cigarrillo (no se sabe si de tabaco o marihuana), “uno de los penitenciarios abrió la puerta mientras estaba en marcha el minibús para intentar que deponga esta actitud y ahí se les abalanzan”.
Las esposas
La fiscal rosarina admitió que, ahora, tienen “los ojos puestos en las esposas” ya que “deberían haber estado todos esposados”.
“El protocolo indica que tienen que estar todos esposados, sabemos que hay cuatro que no se fugaron que sí estaban esposados. Por eso la gran duda es cómo estaban los demás”, explicó.
Además, precisó que “las pericias de las esposas indican que no estaban violentadas”.
“O no estaban esposados o uno de ellos tenía una llave. En ambos casos es una negligencia porque no hubo requisa”, agregó.
Las armas
Bartocci indicó que “no todos (los penitenciarios) estaban armados, pero había tres armas más que no fueron sustraídas” por los presos fugados.
“La posibilidad de repeler esta acción estaba y estamos viendo también por qué no se llevó a una represión mayor de la que hubo, asistir al que estaba herido, llamar al 911. Uno de ellos relata que tiró al aire con la escopeta anti tumultos pero no con las armas”, añadió.
También mencionó que se encontraron sólo dos vainas servidas pero que los testimonios hablan de entre ocho y nueve disparos.
Con información de
LT10
