Teletrabajo: el 62,2% de la gente es más productiva en su casa que en la oficina
Domingo 21 de
Junio 2020
Así lo refleja un relevamiento del portal de empleos Bumeran. Un tercio asegura que, con esta modalidad, trabaja más horas. Cerca del 90% cree que, en la post pandemia, se lo terminará regulando.
Previo a la pandemia del coronavirus, el 67,3% de los trabajadores de América latina no podía trabajar de forma remota. La cifra regional está en línea con la local: solo un 32,9% accedía a esta modalidad antes del estallido del brote. Hoy, en la Argentina, el 36,5% de quienes se encuentran en relación de dependencia lo hace desde su casa y el 62,2% considera que es más productivo que en la oficina.
Los datos se desprenden de una investigación que realizó el portal de empleos Bumeran en seis países de la región. Además de la Argentina, incluyó a Chile, Perú, Ecuador, Panamá y México, con encuestados de todas las edades y ambos sexos.
La percepción de una mayor eficiencia laboral en el hogar se replica en la región, con la opinión del 62,2% de los entrevistados. En Chile, el 62,9% cree que es más productivo en su casa; en Perú, el 54,8%; en Ecuador, el 53,6%; en Panamá, el 75%; y en México, el 61%.
Entre los beneficios del teletrabajo, la mayoría de los argentinos (el 54,8%) resalta el ahorro de tiempo en traslados, mientras que el 13,2% asegura que puede concentrarse en las tareas domésticas. El 12,6% menciona que se encuentra más tranquilo cumpliendo funciones laborales desde su hogar. En tanto, el 10,6% plantea como ventaja disfrutar del trabajo en compañía de sus seres queridos y compartir más tiempo de lo habitual con ellos, al igual que el 6,5% que valora el momento del almuerzo en su casa, además de tener la posibilidad de cocinar (el 2,4%).
El ahorro de horas de viaje para llegar al lugar de trabajo es apreciado a nivel regional por un 58,9% de los lationamericanos. El 59,2% de los chilenos piensa de este modo, así como el 66,3% de los peruanos, el 50,7% de los ecuatorianos, el 44,7% de los panameños y el 62% de los mexicanos.
Al igual que en la Argentina, el teletrabajo era poco recurrente en otros países de América latina antes del Covid-19. En Chile, solo el 34,3% de los encuestados planteó que previo a la pandemia tenía disponible este formato, así como también tenían esa opción el 30,1% de los peruanos, el 26,8% de los ecuatorianos, el 25,5% de los panameños y el 38,3% de los mexicanos.
Así y todo, pese a que muchas organizaciones lo adoptaron como una estrategia eventual para continuar sus actividades en la cuarentena, el 80,9% de los trabajadores de la región prevé que el home-office será una modalidad que se instalará de forma definitiva una vez que termine la pandemia.
En la Argentina, el 78,6% cree que el teletrabajo será incorporado de forma permanente por empresas de toda la región. Incluso, el 87,6% ya se imagina que existirán nuevas disposiciones que regularán el teletrabajo. En los demás países, coincidieron. En Chile, el 77,7% de los encuestados respondió de este modo; en Perú, el 87,3%; en Ecuador, el 83,1%; en Panamá, el 82,7%; y en México, el 77,5 por ciento.
Más allá de sus beneficios, las desventajas son múltiples, teniendo en cuenta que el espacio de trabajo hoy es el mismo que el del ocio. El 28,5% de los argentinos asegura que trabaja fuera del horario habitual y más horas que antes, mientras que el 21,4% dice que no cuenta con los materiales adecuados para trabajar y el 19,8% plantea que le cuesta desconectarse y establecer límites entre su vida personal y profesional. Por su parte, el 9,7% declara que no se toma los descansos que solía tener en la oficina, el 9,1% cree que existe una falta de comunicación con sus compañeros de equipo (por lo que no puede desarrollar sus tareas de manera correcta), el 4,8% se saltea comidas o almuerza mientras trabaja, el 4,4% piensa que no recibe apoyo por parte de su líder y el 2,4% afirma que no posee disponibilidad para acceder a la red de la compañía desde otros servidores.
Asimismo, los encuestados argentinos remarcaron que extrañan ciertas cuestiones del trabajo presencial. El 52,2% piensa que en el espacio físico compartido se generan más posibilidades de tratar proyectos u objetivos en grupo y de pensar nuevas ideas. Otros extrañan a sus compañeros (el 26,3%), salir de su casa para ir a trabajar (el 15,3%) y el ambiente de oficina (el 6,1%).
Además, entre los aspectos que falta que los empleadores resuelvan se encuentran el aprovisionamiento del equipamiento necesario para trabajar de forma cómoda en el hogar, (como una silla ergonómica, soporte de computadoras y cámara web, el 32,8%), la digitalización de documentos (como contratos, recibos de sueldos, reportes y archivos importantes, el 29,8%), el asesoramiento para incorporar buenos hábitos para el teletrabajo (el 20,8%) y la agilidad a la hora de obtener una solución inmediata (donde interfiere el envío de herramientas de material) ante una necesidad puntual (el 16,6%).
En pleno aislamiento obigatorio, se busca avanzar con proyectos de ley para regular el teletrabajo. Ya son 14 las propuestas que ingresaron en Diputados, iniciativas que plantean que el actual contexto y el aumento de las relaciones de trabajo de este tipo “aceleró los tiempos para establecer las bases de una reglamentación de la actividad”.
Los datos se desprenden de una investigación que realizó el portal de empleos Bumeran en seis países de la región. Además de la Argentina, incluyó a Chile, Perú, Ecuador, Panamá y México, con encuestados de todas las edades y ambos sexos.
La percepción de una mayor eficiencia laboral en el hogar se replica en la región, con la opinión del 62,2% de los entrevistados. En Chile, el 62,9% cree que es más productivo en su casa; en Perú, el 54,8%; en Ecuador, el 53,6%; en Panamá, el 75%; y en México, el 61%.
Entre los beneficios del teletrabajo, la mayoría de los argentinos (el 54,8%) resalta el ahorro de tiempo en traslados, mientras que el 13,2% asegura que puede concentrarse en las tareas domésticas. El 12,6% menciona que se encuentra más tranquilo cumpliendo funciones laborales desde su hogar. En tanto, el 10,6% plantea como ventaja disfrutar del trabajo en compañía de sus seres queridos y compartir más tiempo de lo habitual con ellos, al igual que el 6,5% que valora el momento del almuerzo en su casa, además de tener la posibilidad de cocinar (el 2,4%).
El ahorro de horas de viaje para llegar al lugar de trabajo es apreciado a nivel regional por un 58,9% de los lationamericanos. El 59,2% de los chilenos piensa de este modo, así como el 66,3% de los peruanos, el 50,7% de los ecuatorianos, el 44,7% de los panameños y el 62% de los mexicanos.
Al igual que en la Argentina, el teletrabajo era poco recurrente en otros países de América latina antes del Covid-19. En Chile, solo el 34,3% de los encuestados planteó que previo a la pandemia tenía disponible este formato, así como también tenían esa opción el 30,1% de los peruanos, el 26,8% de los ecuatorianos, el 25,5% de los panameños y el 38,3% de los mexicanos.
Así y todo, pese a que muchas organizaciones lo adoptaron como una estrategia eventual para continuar sus actividades en la cuarentena, el 80,9% de los trabajadores de la región prevé que el home-office será una modalidad que se instalará de forma definitiva una vez que termine la pandemia.
En la Argentina, el 78,6% cree que el teletrabajo será incorporado de forma permanente por empresas de toda la región. Incluso, el 87,6% ya se imagina que existirán nuevas disposiciones que regularán el teletrabajo. En los demás países, coincidieron. En Chile, el 77,7% de los encuestados respondió de este modo; en Perú, el 87,3%; en Ecuador, el 83,1%; en Panamá, el 82,7%; y en México, el 77,5 por ciento.
Más allá de sus beneficios, las desventajas son múltiples, teniendo en cuenta que el espacio de trabajo hoy es el mismo que el del ocio. El 28,5% de los argentinos asegura que trabaja fuera del horario habitual y más horas que antes, mientras que el 21,4% dice que no cuenta con los materiales adecuados para trabajar y el 19,8% plantea que le cuesta desconectarse y establecer límites entre su vida personal y profesional. Por su parte, el 9,7% declara que no se toma los descansos que solía tener en la oficina, el 9,1% cree que existe una falta de comunicación con sus compañeros de equipo (por lo que no puede desarrollar sus tareas de manera correcta), el 4,8% se saltea comidas o almuerza mientras trabaja, el 4,4% piensa que no recibe apoyo por parte de su líder y el 2,4% afirma que no posee disponibilidad para acceder a la red de la compañía desde otros servidores.
Asimismo, los encuestados argentinos remarcaron que extrañan ciertas cuestiones del trabajo presencial. El 52,2% piensa que en el espacio físico compartido se generan más posibilidades de tratar proyectos u objetivos en grupo y de pensar nuevas ideas. Otros extrañan a sus compañeros (el 26,3%), salir de su casa para ir a trabajar (el 15,3%) y el ambiente de oficina (el 6,1%).
Además, entre los aspectos que falta que los empleadores resuelvan se encuentran el aprovisionamiento del equipamiento necesario para trabajar de forma cómoda en el hogar, (como una silla ergonómica, soporte de computadoras y cámara web, el 32,8%), la digitalización de documentos (como contratos, recibos de sueldos, reportes y archivos importantes, el 29,8%), el asesoramiento para incorporar buenos hábitos para el teletrabajo (el 20,8%) y la agilidad a la hora de obtener una solución inmediata (donde interfiere el envío de herramientas de material) ante una necesidad puntual (el 16,6%).
En pleno aislamiento obigatorio, se busca avanzar con proyectos de ley para regular el teletrabajo. Ya son 14 las propuestas que ingresaron en Diputados, iniciativas que plantean que el actual contexto y el aumento de las relaciones de trabajo de este tipo “aceleró los tiempos para establecer las bases de una reglamentación de la actividad”.
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