RFI informativo internacional
Baja de aranceles e incentivos para inversiones, las claves del tratado que Milei quiere cerrar con Trump
Miércoles 22 de
Enero 2025
El eventual acuerdo favorecería la llegada de empresas extranjeras al país y el ingreso de productos argentinos en el mercado norteamericano
Entusiasmado por la evidente sintonía que muestra la nueva administración en Washington, el presidente Javier Milei se propone llegar más lejos que sus antecesores Carlos Menem y Mauricio Macri en su vínculo con la primera potencia mundial. Firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Donald Trump es “el” objetivo en materia de comercio exterior, aunque el Mercosur –y su prohibición de celebrar acuerdos sin el consenso de sus integrantes– es hoy una valla concreta.
Hay en el mundo hoy 371 acuerdos bilaterales vigentes, más de cincuenta de ellos firmados en los últimos años. Un par de ejemplos concretos recientes son los firmados entre Israel y Corea del Sur, y el de la India con Australia. La base de los tratados de libre comercio clásicos es un acuerdo de reducción de aranceles en las fronteras, para que el comercio entre ambas naciones sea libre de impuestos. Un punto problemático para Trump, proclive a subir aranceles para proteger la industria de su país.
La segunda pata de los TLC es armonizar la normas de ambos países para favorecer el flujo de bienes y servicios. Es decir, unificar las leyes de ambos países para que esos bienes y servicios puedan comprarse y venderse libremente.
Según el Banco Mundial, los acuerdos de libre comercio que se firman en los últimos años se denominan “profundos”, dado que implican “coaliciones regulativas” entre los países. Esto permitiría a las empresas argentinas y norteamericanas operar con ventajas en rubros como servicios y compras gubernamentales.
“Los acuerdos de libre comercio generan, por sobre todo, confianza entre los países. Le dan mayor contundencia a los vínculos, y terminan generando inversiones”, afirma a LA NACION Marcelo Elizondo, analista y consultor en negocios internacionales. En otros acuerdos bilaterales en el mundo se ha agregado también el no pago de aranceles para los servicios, además de los bienes. También puede incluirse garantías impositivas y cambiarias, pero todo depende del tipo de negociación que se encare.
Elizondo recuerda que en la Alianza del Pacífico, que componen Chile, Perú, Colombia y México, “tienen acuerdos entre sí, pero cada uno de esos países firmaron acuerdos bilaterales con otras naciones”. Lo diferenció del Mercosur, que prohíbe este tipo de acuerdos sin el consenso absoluto de sus países miembro.
Fuentes del gobierno de Cambiemos recordaron que, en 2016, ambos países firmaron un “acuerdo marco en materia de comercio e inversión” que sirvió de base para otros acuerdos y también el que Milei se propone avanzar. Ese acuerdo marco, firmado por la entonces canciller Susana Malcorra y el exembajador de Estados Unidos en el país Noah Mamet, creó un foro de discusión para que los Estados Unidos y la Argentina participen en una amplia gama de cuestiones económicas bilaterales, como el acceso a los mercados, la protección de los derechos de propiedad intelectual y la cooperación en objetivos compartidos en la Organización Mundial del Comercio y otros foros multilaterales.
“Los acuerdos de libre comercio generan, por sobre todo, confianza entre los países. Le dan mayor contundencia a los vínculos, y terminan generando inversiones”, afirma a LA NACION Marcelo Elizondo, analista y consultor en negocios internacionales. En otros acuerdos bilaterales en el mundo se ha agregado también el no pago de aranceles para los servicios, además de los bienes. También puede incluirse garantías impositivas y cambiarias, pero todo depende del tipo de negociación que se encare.
Elizondo recuerda que en la Alianza del Pacífico, que componen Chile, Perú, Colombia y México, “tienen acuerdos entre sí, pero cada uno de esos países firmaron acuerdos bilaterales con otras naciones”. Lo diferenció del Mercosur, que prohíbe este tipo de acuerdos sin el consenso absoluto de sus países miembro.
Fuentes del gobierno de Cambiemos recordaron que, en 2016, ambos países firmaron un “acuerdo marco en materia de comercio e inversión” que sirvió de base para otros acuerdos y también el que Milei se propone avanzar. Ese acuerdo marco, firmado por la entonces canciller Susana Malcorra y el exembajador de Estados Unidos en el país Noah Mamet, creó un foro de discusión para que los Estados Unidos y la Argentina participen en una amplia gama de cuestiones económicas bilaterales, como el acceso a los mercados, la protección de los derechos de propiedad intelectual y la cooperación en objetivos compartidos en la Organización Mundial del Comercio y otros foros multilaterales.
Hay en el mundo hoy 371 acuerdos bilaterales vigentes, más de cincuenta de ellos firmados en los últimos años. Un par de ejemplos concretos recientes son los firmados entre Israel y Corea del Sur, y el de la India con Australia. La base de los tratados de libre comercio clásicos es un acuerdo de reducción de aranceles en las fronteras, para que el comercio entre ambas naciones sea libre de impuestos. Un punto problemático para Trump, proclive a subir aranceles para proteger la industria de su país.
La segunda pata de los TLC es armonizar la normas de ambos países para favorecer el flujo de bienes y servicios. Es decir, unificar las leyes de ambos países para que esos bienes y servicios puedan comprarse y venderse libremente.
Según el Banco Mundial, los acuerdos de libre comercio que se firman en los últimos años se denominan “profundos”, dado que implican “coaliciones regulativas” entre los países. Esto permitiría a las empresas argentinas y norteamericanas operar con ventajas en rubros como servicios y compras gubernamentales.
“Los acuerdos de libre comercio generan, por sobre todo, confianza entre los países. Le dan mayor contundencia a los vínculos, y terminan generando inversiones”, afirma a LA NACION Marcelo Elizondo, analista y consultor en negocios internacionales. En otros acuerdos bilaterales en el mundo se ha agregado también el no pago de aranceles para los servicios, además de los bienes. También puede incluirse garantías impositivas y cambiarias, pero todo depende del tipo de negociación que se encare.
Elizondo recuerda que en la Alianza del Pacífico, que componen Chile, Perú, Colombia y México, “tienen acuerdos entre sí, pero cada uno de esos países firmaron acuerdos bilaterales con otras naciones”. Lo diferenció del Mercosur, que prohíbe este tipo de acuerdos sin el consenso absoluto de sus países miembro.
Fuentes del gobierno de Cambiemos recordaron que, en 2016, ambos países firmaron un “acuerdo marco en materia de comercio e inversión” que sirvió de base para otros acuerdos y también el que Milei se propone avanzar. Ese acuerdo marco, firmado por la entonces canciller Susana Malcorra y el exembajador de Estados Unidos en el país Noah Mamet, creó un foro de discusión para que los Estados Unidos y la Argentina participen en una amplia gama de cuestiones económicas bilaterales, como el acceso a los mercados, la protección de los derechos de propiedad intelectual y la cooperación en objetivos compartidos en la Organización Mundial del Comercio y otros foros multilaterales.
“Los acuerdos de libre comercio generan, por sobre todo, confianza entre los países. Le dan mayor contundencia a los vínculos, y terminan generando inversiones”, afirma a LA NACION Marcelo Elizondo, analista y consultor en negocios internacionales. En otros acuerdos bilaterales en el mundo se ha agregado también el no pago de aranceles para los servicios, además de los bienes. También puede incluirse garantías impositivas y cambiarias, pero todo depende del tipo de negociación que se encare.
Elizondo recuerda que en la Alianza del Pacífico, que componen Chile, Perú, Colombia y México, “tienen acuerdos entre sí, pero cada uno de esos países firmaron acuerdos bilaterales con otras naciones”. Lo diferenció del Mercosur, que prohíbe este tipo de acuerdos sin el consenso absoluto de sus países miembro.
Fuentes del gobierno de Cambiemos recordaron que, en 2016, ambos países firmaron un “acuerdo marco en materia de comercio e inversión” que sirvió de base para otros acuerdos y también el que Milei se propone avanzar. Ese acuerdo marco, firmado por la entonces canciller Susana Malcorra y el exembajador de Estados Unidos en el país Noah Mamet, creó un foro de discusión para que los Estados Unidos y la Argentina participen en una amplia gama de cuestiones económicas bilaterales, como el acceso a los mercados, la protección de los derechos de propiedad intelectual y la cooperación en objetivos compartidos en la Organización Mundial del Comercio y otros foros multilaterales.
Con información de
La Nación

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