Ahora la Universidad votó la expulsión definitiva de Piombo
Miércoles 03 de
Junio 2015
No podrá volver a ocupar un cargo. El consejo superior también lo declaró “persona no grata”.
La Universidad Nacional de La Plata le cerró a Horacio Piombo todas las puertas. Tras haber presentado su renuncia como profesor de Derecho Internacional Público y de Derecho Internacional Privado siete días antes, el consejo superior de la casa de altos estudios lo declaró ayer “persona no grata” y lo separó “definitivamente” de la institución, de manera que “nunca más podrá volver a ocupar un cargo”.
Luego de un acalorado debate, donde los consejeros estudiantiles de izquierda cuestionaron con dureza el hecho de que el consejo directivo de Derecho “le haya aceptado la semana pasada la renuncia a Piombo y haya concluido la sesión” sin más, al ex profesor y ex juez se le aplicó el artículo 1° del estatuto de la UNLP, el cual dice en su último párrafo: “El marco democrático planteado para una universidad pública (en la primera parte del texto) no debe permitir la pertenencia a su vida institucional, por coherencia y en reserva y beneficio de sus principios, de ninguna persona involucrada en violaciones a los derechos humanos y/o terrorismo de Estado”.
La decisión de aplicar el artículo 1° se tomó en base a un voluminoso trabajo que presentó sobre Piombo la dirección de Derechos Humanos de la Universidad. Allí se recopilan varios fallos del ex magistrado -además del último en que bajó la pena al violador de un niño de 6 años- y material sobre su supuesta vinculación con la dictadura que “aportó la federación estudiantil (Fulp)”, indicó el rector Raúl Perdomo.
La “amplitud de interpretaciones que puede tener” esa parte del artículo, también llevó a incluir en la moción que el consejo superior aprobó por amplísima mayoría la propuesta de “reglamentarlo en un plazo de 90 días”. Ese trabajo será coordinado por la dirección de Derechos Humanos, presidida por la ex decana de Trabajo Social, Verónica Cruz, y por los tres gremios de la Universidad, es decir, Adulp (docentes), Atulp (no docentes) y Fulp (estudiantes).
Fue precisamente el presidente de la Fulp, Darío Estevez, quien un segundo antes de la votación se paró en medio del pasillo del salón y exclamó: “(El decano de Derecho, Vicente Santos) Atela se fue de la sesión para no votar esto, es una vergüenza”. Pero se votó. Y Piombo quedó definitivamente separado de la Universidad.
Asimismo, el máximo órgano de cogobierno de la UNLP expresó su enfático apoyo al juicio político para el polémico ex juez.
OFENSIVA DE LA IZQUIERDA
Antes de que las autoridades de la Universidad llamaran a votar, la bancada estudiantil de izquierda hizo una fuerte ofensiva para que el artículo 1° del estatuto “se aplique en todas las facultades”.
“El de Piombo no es un caso aislado, hay muchos. Y su renuncia no nos alcanza, porque se trata de un acto voluntario e individual”, dijo Darío Estevez, luego de reiterar una y otra vez que “fue la lucha y la presión estudiantil” la que llevó a actuar a la Universidad. La institución “se expidió muy claramente desde un primer momento”, retrucó la vicepresidenta académica, Ana María Barletta.
No obstante, la consejera estudiantil por Medicina se preguntó “cuántos Piombo, cuántos Pérez Albizu (ex vicedecano de Medicina que renunció en 2014 tras ser mencionado en el juicio por el centro clandestino La Cacha), cuántos más habrá que esperar a que renuncien antes que la Universidad tome cartas en el asunto”.
“Hace un año -continuó la militante- se dijo aquí mismo que se iba a elaborar el protocolo de actuación del artículo 1° del estatuto; usted asumió hace un año -le dijo a Perdomo- y no se hizo nada. La Universidad tiene una responsabilidad indelegable en materia de derechos humanos: o se defienden o se es cómplice”, opinó.
Según pudo saberse, de ahora en más la política de la Fulp se volcará “muy fuertemente” en ese sentido.
Con información de
El Día