Malestar en gremios docentes por la Caja Complementaria
En los primeros días del corriente, los consejeros de la Caja Docente, Felipe Salvatierra, Juan Carlos Peña y Alejandro Kuperman Luna, referentes de la cartera educativa nacional en la Caja, recibieron varias notas firmadas por beneficiarios.
Lenguaje directo
Más allá del texto de estilo, el mensaje fue “urge la necesidad que den paso a los nuevos consejeros”. “Otra actitud haría interpretar a los afiliados de las entidades posibles pretensiones indecorosas y reñidas con lo que debe primar, la exclusiva vocación de servicio”, reza uno de los textos a los que accedió este diario.
‘Les solicitamos que se abstengan de ejecutar medidas que afecten la vida institucional, el patrimonio y a los trabajadores de la Caja”, apuntala otro párrafo de uno de los escritos que ingresaron a ese foro.
Este medio ya reseñó, para disgusto de algunos sectores gremiales y la validación de otros, “la preocupante falta de sintonía con el modelo” que tuvo esa caja creada en 1975 y que sobrevivió a los embates del neoliberalismo que registra nuestra historia.
Su función principal en tratar de equilibrar los ingresos que perciben los jubilados con respecto a los docentes en actividad. Tal cometido, desde su fundación tiene como base el ejercicio federal, “en cada una de las provincias” y una tónica definida para anticipar soluciones a cualquier inconveniente.
“La única verdad, es la realidad, decía Perón. Este estamento no sintonizó nunca la tónica de defensa de los trabajadores y es para lamentar. El General consideraba que los únicos privilegiados eran los niños, pero los consejeros de la Caja deben aceptar que tuvieron más que un período de gracia”, ironizaron fuentes sindicales de los maestros y profesores.