Cuánto y cómo puede aportar la escuela al cuidado de la salud
Sábado 09 de
Marzo 2019
A partir de una lesión de una estudiante, la profesora de educación física descubre en el trabajo de clase con sus alumnas de primer año la necesidad de instalar prácticas en relación con el cuidado del cuerpo y la salud, y trabajar con ellas sus derechos.
¿Cómo tramitar el apto médico o solicitar un turno en el centro de salud? ¿Qué criterios son importantes para leer e interpretar las cartillas de vacunación? ¿A dónde dirigirse para recibir información profesional sobre concepción y anticoncepción? ¿Cómo incorporar hábitos de cuidado sanitarios específicos y conocer, por ejemplo, qué es comer sano? Estos interrogantes enseguida se transformaron en contenidos de enseñanza escolar, que responsabilizan a los docentes para intervenir. Así surge en su escuela, un proyecto de acompañamiento y enseñanza a cargo de los profesores de educación física, tutores y preceptores, que incluye, entre otras cuestiones, asistir al centro de salud junto con los chicos y las chicas en horario escolar o incluso fuera del mismo, para que puedan aprender y ejercitarse en solicitar turnos médicos, y acompañarlos de esa manera en el proceso de sistematizar el cuidado del propio cuerpo y de la salud.
Esta experiencia que relata la psicopedagoga Dora Niedzwiecki, sobre un proyecto presentado por una alumna que se capacitó en esta temática, busca ilustrar con claridad el vínculo establecido en la actualidad entre la escuela y las instituciones de salud, aquello que no sucede y aquello que es preciso construir. Sobre este contexto se fundamenta el curso "Escuela secundaria y políticas de cuidado. Interfaces entre educación y salud", una propuesta de formación virtual de Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) sede Argentina, y que coordina la educadora en el marco del proyecto de asesorías en salud que llevan adelante los Ministerios de Salud y Educación nacionales con el apoyo de Unicef Argentina.
"Es frecuente escuchar que existen dificultades para articular proyectos con los centros de salud, lo mismo se expresa desde los centros sanitarios respecto a la imposibilidad de ingresar a las escuelas y entablar vínculos de trabajo colaborativos. Tenemos mucho que andar aún al respecto", remarca la psicopedagoga respecto de la relación escuela-salud-cuidados. Niedzwiecki es magíster, doctora en ciencias sociales y además investigadora del programa "Políticas, lenguajes y subjetividades en educación" de Flacso. Este ciclo de formación destinado a docentes, directivos, tutores, preceptores, y a quienes se desempeñan en los ámbitos de la salud, desarrollo social y justicia propone la construcción de un concepto de salud en el ámbito escolar desde la perspectiva de los derechos. También busca establecer vínculos de trabajo entre instituciones educativas y de salud, e instalar la corresponsabilidad en el abordaje y acceso de los adolescentes a los recursos de la salud. La capacitación tiene la inscripción abierta hasta el 20 de marzo y la información está disponible en www.flacso.org.ar
—¿Cuáles son algunos de los temas que más preocupan hoy en la escuela secundaria respecto de la salud y el cuidado de las y los adolescentes?
—En las últimas décadas ingresaron a las escuelas una gran cantidad de adolescentes cuyos rasgos de subjetividad escapan a la matriz tradicional compacta y homogénea de lo que se consideraba "alumna-alumno". Mucho de lo que en otros tiempos quedaba por fuera de lo estrictamente escolar ahora se expresa en la vida cotidiana y responsabiliza a quienes allí trabajamos. De este modo cuestiones como el embarazo, la maternidad y la paternidad adolescente; aspectos relativos a la identidad de género, situaciones de abuso o maltrato en el seno familiar, noviazgos violentos, trastornos alimentarios, consumos, autolesiones y suicidio se encuentran presente es todos los días en la escuela, y los adultos estamos llamados a intervenir. Y este intervenir no debe ser aleatorio, personal, circunstancial. Lejos de esperarse gestas individuales heroicas, de lo que se trata es de crear las condiciones para que, apelando al marco legal existente que regula modos, vías y procesos de intervención, se construyan redes locales, colectivos corresponsables.
—¿Qué concepción de la salud se tiene hoy en el ámbito escolar en materia de derechos?
—Es una de las materias pendientes sobre las que más urge profundizar y trabajar. Tengamos presente que el vasto marco normativo que incluye, entre otras cuestiones, la obligatoriedad de la escuela secundaria, la identidad de género, la educación sexual integral (ESI) requieren trabajo adulto sostenido para su instalación. Si bien son leyes sancionadas desde hace alrededor de diez años, lo hacen al interior de un sistema educativo que se ha formalizado varias décadas antes y bajo un paradigma que claramente no contemplaba estas cuestiones y, que resiste los cambios. Pero modificar los modos de hacer de agentes que se desempeñan en escuelas secundarias no es automático, en principio requiere de un trabajo de responsabilización por parte del estado a través de sus instituciones traduciendo en decisiones políticas y a su vez, brindando los recursos materiales y simbólicos para que esto suceda.
—¿Cuál es el papel que tiene hoy el educador en este ámbito y hasta dónde debe intervenir la institución escolar en temas de salud?
—Nos proponemos aportar a la construcción de la idea salud en el ámbito escolar que permita acceder al derecho a la educación, la identidad de género y al mismo tiempo, visibilizar y tensar la transversalidad de estas temáticas en relación a las propuestas curriculares. Dado que la noción de "corresponsabilidad" resulta una de las ideas fuerza a incorporar, en cumplimiento de las políticas públicas desde el Sistema de Promoción y Protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes, es que trabajamos en introducir la idea del "referente de salud" como nexo articulador entre las escuelas y los centros de salud. Se trata de incorporar aspectos que puedan responsabilizar a los adultos dentro del sistema educativo en cuestiones relativas al cuidado de la salud, y a considerar la perspectiva preventiva por encima de la asistencial.
Comunidad docente y médica
El curso sobre "Escuela secundaria y políticas de cuidado..." está destinado a la comunidad docente, a equipos de orientación, al personal de centros de atención primaria de salud, a profesionales de las áreas de ciencias sociales, humanas y/o médicas. Otorga certificado de curso de posgrado en "Asesoramiento en salud integral para adolescentes. Estrategias de intervención en la escuela secundaria" emitido por Flacso. Argentina.
Esta experiencia que relata la psicopedagoga Dora Niedzwiecki, sobre un proyecto presentado por una alumna que se capacitó en esta temática, busca ilustrar con claridad el vínculo establecido en la actualidad entre la escuela y las instituciones de salud, aquello que no sucede y aquello que es preciso construir. Sobre este contexto se fundamenta el curso "Escuela secundaria y políticas de cuidado. Interfaces entre educación y salud", una propuesta de formación virtual de Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales) sede Argentina, y que coordina la educadora en el marco del proyecto de asesorías en salud que llevan adelante los Ministerios de Salud y Educación nacionales con el apoyo de Unicef Argentina.
"Es frecuente escuchar que existen dificultades para articular proyectos con los centros de salud, lo mismo se expresa desde los centros sanitarios respecto a la imposibilidad de ingresar a las escuelas y entablar vínculos de trabajo colaborativos. Tenemos mucho que andar aún al respecto", remarca la psicopedagoga respecto de la relación escuela-salud-cuidados. Niedzwiecki es magíster, doctora en ciencias sociales y además investigadora del programa "Políticas, lenguajes y subjetividades en educación" de Flacso. Este ciclo de formación destinado a docentes, directivos, tutores, preceptores, y a quienes se desempeñan en los ámbitos de la salud, desarrollo social y justicia propone la construcción de un concepto de salud en el ámbito escolar desde la perspectiva de los derechos. También busca establecer vínculos de trabajo entre instituciones educativas y de salud, e instalar la corresponsabilidad en el abordaje y acceso de los adolescentes a los recursos de la salud. La capacitación tiene la inscripción abierta hasta el 20 de marzo y la información está disponible en www.flacso.org.ar
—¿Cuáles son algunos de los temas que más preocupan hoy en la escuela secundaria respecto de la salud y el cuidado de las y los adolescentes?
—En las últimas décadas ingresaron a las escuelas una gran cantidad de adolescentes cuyos rasgos de subjetividad escapan a la matriz tradicional compacta y homogénea de lo que se consideraba "alumna-alumno". Mucho de lo que en otros tiempos quedaba por fuera de lo estrictamente escolar ahora se expresa en la vida cotidiana y responsabiliza a quienes allí trabajamos. De este modo cuestiones como el embarazo, la maternidad y la paternidad adolescente; aspectos relativos a la identidad de género, situaciones de abuso o maltrato en el seno familiar, noviazgos violentos, trastornos alimentarios, consumos, autolesiones y suicidio se encuentran presente es todos los días en la escuela, y los adultos estamos llamados a intervenir. Y este intervenir no debe ser aleatorio, personal, circunstancial. Lejos de esperarse gestas individuales heroicas, de lo que se trata es de crear las condiciones para que, apelando al marco legal existente que regula modos, vías y procesos de intervención, se construyan redes locales, colectivos corresponsables.
—¿Qué concepción de la salud se tiene hoy en el ámbito escolar en materia de derechos?
—Es una de las materias pendientes sobre las que más urge profundizar y trabajar. Tengamos presente que el vasto marco normativo que incluye, entre otras cuestiones, la obligatoriedad de la escuela secundaria, la identidad de género, la educación sexual integral (ESI) requieren trabajo adulto sostenido para su instalación. Si bien son leyes sancionadas desde hace alrededor de diez años, lo hacen al interior de un sistema educativo que se ha formalizado varias décadas antes y bajo un paradigma que claramente no contemplaba estas cuestiones y, que resiste los cambios. Pero modificar los modos de hacer de agentes que se desempeñan en escuelas secundarias no es automático, en principio requiere de un trabajo de responsabilización por parte del estado a través de sus instituciones traduciendo en decisiones políticas y a su vez, brindando los recursos materiales y simbólicos para que esto suceda.
—¿Cuál es el papel que tiene hoy el educador en este ámbito y hasta dónde debe intervenir la institución escolar en temas de salud?
—Nos proponemos aportar a la construcción de la idea salud en el ámbito escolar que permita acceder al derecho a la educación, la identidad de género y al mismo tiempo, visibilizar y tensar la transversalidad de estas temáticas en relación a las propuestas curriculares. Dado que la noción de "corresponsabilidad" resulta una de las ideas fuerza a incorporar, en cumplimiento de las políticas públicas desde el Sistema de Promoción y Protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes, es que trabajamos en introducir la idea del "referente de salud" como nexo articulador entre las escuelas y los centros de salud. Se trata de incorporar aspectos que puedan responsabilizar a los adultos dentro del sistema educativo en cuestiones relativas al cuidado de la salud, y a considerar la perspectiva preventiva por encima de la asistencial.
Comunidad docente y médica
El curso sobre "Escuela secundaria y políticas de cuidado..." está destinado a la comunidad docente, a equipos de orientación, al personal de centros de atención primaria de salud, a profesionales de las áreas de ciencias sociales, humanas y/o médicas. Otorga certificado de curso de posgrado en "Asesoramiento en salud integral para adolescentes. Estrategias de intervención en la escuela secundaria" emitido por Flacso. Argentina.
Con información de
La Capital