Aumentan los crímenes en Santa Fe y se consolida el sicariatio como modus operandi
Viernes 13 de
Septiembre 2019
En menos de un mes, la ciudad de Santa Fe y zonas de influencia registró una considerable y alarmante escalada de homicidios.
En tan solo 28 días, la violencia recrudeció y mostró la peor cara: un total de nueve personas fueron asesinadas y en su mayoría con un modus operandi basado en la utilización de sicarios.
Para graficar tal grado de violencia que registra el departamento La Capital, el triple crimen de barrio Guadalupe oeste describió tal situación cuando el 14 de agosto pasado, en una vivienda de Risso al 1600, Pablo Daniel Lezano (40), Dario Alfredo “Tonto” Ibáñez (47) y Luis Martín (60) fueron ejecutados en el interior de una vivienda de un pasillo, en momentos en que justamente el propietario del mismo, salió para comprar ingredientes para “hacer una pizza”. Tal secuencia determinó que el dueño de la vivienda termine siendo arrestado por al día siguiente se dispuso su libertad tras no tener elementos que lo vinculen con la autoría del crimen.
Otro crimen con total sello mafioso fue el que sucedió en Alvear al 4300 del barrio Sargento Cabral y por el que resultó fallecido, luego de agonizar varios días en el hospital José María Cullen, José Alejandro Leuchuk. El mismo fue ejecutado con múltiples disparos -el 10 de agosto- cuando realizaba una mudanza en con su Chevrolet Agile gris. Tras recibir los impactos de bala -de un arma calibre 9 milímetros- fue trasladado al hospital José María Cullen donde permaneció internado hasta el 19 de agosto cuando falleció.
La violencia también estuvo presente en Luciano Molinas y Avellaneda, cuando el 16 de agosto, un hombre fue asesinado en un presunto asalto a una precaria vivienda ubicada en un asentamiento detrás de la Estación Belgrano. Se trata de Adrián Marcelo Ruggeri, quien según trascendió en su momento, participó de un supuesto robo y el dueño de la vivienda lo hirió con un arma blanca en la zona abdominal y en la intercostal. Dos días después, en barrio San Pantaleón, Salvador González, fue ultimado cerca de las 13 con dos balazos -uno en la pelvis y el otro la zona lumbar- en Gaboto al 5300-.
La fiebre homicida siguió en Santa Rosa de Lima cuando el 24 de agosto Lucas Pirovano (27) fue abordado y asesinado mediante la utilización de un hacha en una supuesta ocasión de robo. La faena criminal ocurrió después de que el muchacho asistió de una “fiesta canilla libre” y terminó siendo emboscado en Pasaje Braille al 4700 del barrio Santa Rosa de Lima.
Finalmente, en la última semana, dos crímenes sacudieron a Santa Fe y Sauce Viejo. En esta última localidad, el lunes por la madrugada, un muchacho de 22 años, identificado como Matías Bergallo, falleció producto un disparo de arma de fuego que realizó el dueño de una vivienda en barrio Villa Adelina en un confuso hecho que actualmente no tiene detenidos. Cuatro días después, la sangre, las balas y la muerte volvieron a rodear otro crimen en barrio San Lorenzo luego de que Juan Pablo Álvarez (34) fue ejecutado con tres balazos en su casa de Cervantes 3900, en zona sur.
Para graficar tal grado de violencia que registra el departamento La Capital, el triple crimen de barrio Guadalupe oeste describió tal situación cuando el 14 de agosto pasado, en una vivienda de Risso al 1600, Pablo Daniel Lezano (40), Dario Alfredo “Tonto” Ibáñez (47) y Luis Martín (60) fueron ejecutados en el interior de una vivienda de un pasillo, en momentos en que justamente el propietario del mismo, salió para comprar ingredientes para “hacer una pizza”. Tal secuencia determinó que el dueño de la vivienda termine siendo arrestado por al día siguiente se dispuso su libertad tras no tener elementos que lo vinculen con la autoría del crimen.
Otro crimen con total sello mafioso fue el que sucedió en Alvear al 4300 del barrio Sargento Cabral y por el que resultó fallecido, luego de agonizar varios días en el hospital José María Cullen, José Alejandro Leuchuk. El mismo fue ejecutado con múltiples disparos -el 10 de agosto- cuando realizaba una mudanza en con su Chevrolet Agile gris. Tras recibir los impactos de bala -de un arma calibre 9 milímetros- fue trasladado al hospital José María Cullen donde permaneció internado hasta el 19 de agosto cuando falleció.
La violencia también estuvo presente en Luciano Molinas y Avellaneda, cuando el 16 de agosto, un hombre fue asesinado en un presunto asalto a una precaria vivienda ubicada en un asentamiento detrás de la Estación Belgrano. Se trata de Adrián Marcelo Ruggeri, quien según trascendió en su momento, participó de un supuesto robo y el dueño de la vivienda lo hirió con un arma blanca en la zona abdominal y en la intercostal. Dos días después, en barrio San Pantaleón, Salvador González, fue ultimado cerca de las 13 con dos balazos -uno en la pelvis y el otro la zona lumbar- en Gaboto al 5300-.
La fiebre homicida siguió en Santa Rosa de Lima cuando el 24 de agosto Lucas Pirovano (27) fue abordado y asesinado mediante la utilización de un hacha en una supuesta ocasión de robo. La faena criminal ocurrió después de que el muchacho asistió de una “fiesta canilla libre” y terminó siendo emboscado en Pasaje Braille al 4700 del barrio Santa Rosa de Lima.
Finalmente, en la última semana, dos crímenes sacudieron a Santa Fe y Sauce Viejo. En esta última localidad, el lunes por la madrugada, un muchacho de 22 años, identificado como Matías Bergallo, falleció producto un disparo de arma de fuego que realizó el dueño de una vivienda en barrio Villa Adelina en un confuso hecho que actualmente no tiene detenidos. Cuatro días después, la sangre, las balas y la muerte volvieron a rodear otro crimen en barrio San Lorenzo luego de que Juan Pablo Álvarez (34) fue ejecutado con tres balazos en su casa de Cervantes 3900, en zona sur.
Con información de
Aire de Santa Fe
