Córdoba
El colegio donde los chicos se ponen la nota
Miércoles 29 de
Octubre 2014
Es la Escuela de Agronomía, un secundario de Río Cuarto. La calificación se confirma con los docentes, que pueden variarla. Pero eso no sucede casi nunca.
“Ah, querés saber sobre la metacognición”, contesta una alumna de cuarto año cuando se le pregunta cómo es que los mismos chicos se ponen las notas en la Escuela de Agronomía de Río Cuarto.
Con solvencia, un grupo de estudiantes de cuarto y sexto año explican que para este colegio –de gestión privada y reconocido por la Provincia– la calificación es una instancia formativa más. Citan que ponerse la nota les permite razonar sobre el propio conocimiento, tomar conciencia de los procesos mentales que intervienen para solucionar problemas, y aprender a aprender.
“Te ponés la nota que te parece, de acuerdo a lo que te merecés por lo que hiciste, y lo corroborás con el profesor. Eso se llama coacreditación. Si no sos honesto, la nota se baja a 1. A mí me parece muy bueno, y es adecuado para que seamos responsables, para que asumamos nuestra responsabilidad”, dice Tomas, convencido.
La directora, Laura Irusta, explica: “Este sistema se inició hace 16 años. La coacreditación llevó un trabajo arduo de mentalización docente, porque la nota no es más un poder, el docente es guía. Hace ocho años se implementó en el colegio. Primero hubo que armar objetivamente los criterios de evaluación. Los docentes hacen un seguimiento muy fuerte de cada chico, es casi una radiografía”. “Hemos visto que con este sistema se forma un alumno autónomo, reflexivo, crítico, conocedor de sí mismo, capaz de comprometerse con él y amar al otro, se nota una mirada distinta en los chicos y una toma de conciencia de sí. Para nosotros el niño no es una máquina de pensar, la inteligencia es la conciencia de sí”, subraya la docente.
Con solvencia, un grupo de estudiantes de cuarto y sexto año explican que para este colegio –de gestión privada y reconocido por la Provincia– la calificación es una instancia formativa más. Citan que ponerse la nota les permite razonar sobre el propio conocimiento, tomar conciencia de los procesos mentales que intervienen para solucionar problemas, y aprender a aprender.
“Te ponés la nota que te parece, de acuerdo a lo que te merecés por lo que hiciste, y lo corroborás con el profesor. Eso se llama coacreditación. Si no sos honesto, la nota se baja a 1. A mí me parece muy bueno, y es adecuado para que seamos responsables, para que asumamos nuestra responsabilidad”, dice Tomas, convencido.
La directora, Laura Irusta, explica: “Este sistema se inició hace 16 años. La coacreditación llevó un trabajo arduo de mentalización docente, porque la nota no es más un poder, el docente es guía. Hace ocho años se implementó en el colegio. Primero hubo que armar objetivamente los criterios de evaluación. Los docentes hacen un seguimiento muy fuerte de cada chico, es casi una radiografía”. “Hemos visto que con este sistema se forma un alumno autónomo, reflexivo, crítico, conocedor de sí mismo, capaz de comprometerse con él y amar al otro, se nota una mirada distinta en los chicos y una toma de conciencia de sí. Para nosotros el niño no es una máquina de pensar, la inteligencia es la conciencia de sí”, subraya la docente.
Con información de
lavoz
Paro CGT - Docentes pic.twitter.com/EKzSEUBU2H
— UNIÓN DOCENTES ARGENTINOS (@UDAcentral) May 9, 2024