Perdió la capacidad de memoria y ahora utiliza Twitter como sustituto
Martes 04 de
Noviembre 2014
Hace cuatro años, un hombre sufrió un accidente que lo dejó sin memoria de corto plazo. Desde ese momento utiliza aplicaciones de su celular, Gmail y Twitter para recordar su vida diaria
La revista Fast Company Labs publicó un increíble reportaje sobre un hombre llamado Thomas Dixon, quien hace cuatro años sufrió un grave accidente que le costó la pérdida de su memoria episódica. Esto es la capacidad de recordar detalles específicos de su vida, como por ejemplo dónde estuvo, con quién se reunió, que comió o qué le gustó ayer. “Siempre tengo claro de qué hablo y con quién estoy en el momento. Es sólo que no sé lo que ocurrió ayer o anteayer. Mi memoria episódica declarativa está muerta”, cuenta Dixon.
No se trata de alguien común dentro de la variedad de personas que sufren esta afección. Su inteligencia es superior a la media, es miembro de Mensa, y tiene un título universitario de psicología educacional, por lo que para enfrentar su molesta nueva realidad, Dixon comenzó a depender de su smartphone para suplantar las partes de su cerebro que ya no funcionan en forma normal.
En una cuenta privada de Twitter, Dixon registra cotidianamente todo lo que hace durante el día ya que probablemente no lo recordará mañana. Por ejemplo: qué estaba leyendo, qué tipo de café pidió en el bar, con quién habló, etcétera. Incluso escribe detalles de su vida sexual para así poder recordarlos, pero por una cuestión de pudor lo tuitea en coreano. Todo esto con el fin de poder recordar y así analizar su día cotidiano.
A la fecha su cuenta en Twitter registra unos 22.000 tuits. Cada uno de estos mensajes contienen información muy personal e íntima sobre su vida. Esto le ha permitido a Dixon llevar a cabo profundos análisis de su día a día en una forma bastante innovadora y extraña, pues pocas personas sin un problema de salud tan grave como él se someterían a una experimentación de esta índole.
"Tengo, simultáneamente, la peor y mejor memoria de todas las personas que he conocido", señala Dixon, quien suele descargar su archivo personal de Twitter para analizarlo en plantillas de Excel. Dicho ejercicio le permitió establecer ciertos parámetros alrededor de su rutina diaria y saber, por ejemplo, que ha ido 234 veces al gimnasio, o que ha tomado café en un local unas 240 veces. Datos bastante difíciles de detectar para una persona común.
En ocasiones, Dixon apoda el proceso de escribir todo lo que hace como "periodismo extremo", lo que se ha convertido en algo indispensable para él puesto que esto le permite funcionar de forma independiente en su día a día e incluso recorrer el mundo.
Como es de esperar, Thomas no utiliza exclusivamente Twitter para recordar su vida diaria, también usa la aplicación del calendario de su iPhone para agendar sus obligaciones, y su casilla de correo como lista de recordatorios y lugar donde guardar anotaciones más extensas relacionadas con su trabajo. Lo curioso es que pese a usar la tecnología, Dixon utiliza herramientas básicas al lado de lo que tiene a su disposición. Sólo calendario, correo y Twitter.
Es por esto que este psicólogo educacional ha comenzado a trabajar en ver cómo fusionar todas estas necesidades en torno a una sola aplicación que sea sencilla de utilizar y esté dirigida a personas con problemas de memoria.
“Realmente quiero saber lo que ha ocurrido en mi vida –afirmó Dixon–, pues eso es lo que el accidente me quitó: Contexto. La habilidad de recordar los eventos de mi vida. Por qué fui a algún lugar. Todo eso. Esta forma de enfrentarme al problema, básicamente, me creó la sensación que no está todo perdido en mi vida”.
No se trata de alguien común dentro de la variedad de personas que sufren esta afección. Su inteligencia es superior a la media, es miembro de Mensa, y tiene un título universitario de psicología educacional, por lo que para enfrentar su molesta nueva realidad, Dixon comenzó a depender de su smartphone para suplantar las partes de su cerebro que ya no funcionan en forma normal.
En una cuenta privada de Twitter, Dixon registra cotidianamente todo lo que hace durante el día ya que probablemente no lo recordará mañana. Por ejemplo: qué estaba leyendo, qué tipo de café pidió en el bar, con quién habló, etcétera. Incluso escribe detalles de su vida sexual para así poder recordarlos, pero por una cuestión de pudor lo tuitea en coreano. Todo esto con el fin de poder recordar y así analizar su día cotidiano.
A la fecha su cuenta en Twitter registra unos 22.000 tuits. Cada uno de estos mensajes contienen información muy personal e íntima sobre su vida. Esto le ha permitido a Dixon llevar a cabo profundos análisis de su día a día en una forma bastante innovadora y extraña, pues pocas personas sin un problema de salud tan grave como él se someterían a una experimentación de esta índole.
"Tengo, simultáneamente, la peor y mejor memoria de todas las personas que he conocido", señala Dixon, quien suele descargar su archivo personal de Twitter para analizarlo en plantillas de Excel. Dicho ejercicio le permitió establecer ciertos parámetros alrededor de su rutina diaria y saber, por ejemplo, que ha ido 234 veces al gimnasio, o que ha tomado café en un local unas 240 veces. Datos bastante difíciles de detectar para una persona común.
En ocasiones, Dixon apoda el proceso de escribir todo lo que hace como "periodismo extremo", lo que se ha convertido en algo indispensable para él puesto que esto le permite funcionar de forma independiente en su día a día e incluso recorrer el mundo.
Como es de esperar, Thomas no utiliza exclusivamente Twitter para recordar su vida diaria, también usa la aplicación del calendario de su iPhone para agendar sus obligaciones, y su casilla de correo como lista de recordatorios y lugar donde guardar anotaciones más extensas relacionadas con su trabajo. Lo curioso es que pese a usar la tecnología, Dixon utiliza herramientas básicas al lado de lo que tiene a su disposición. Sólo calendario, correo y Twitter.
Es por esto que este psicólogo educacional ha comenzado a trabajar en ver cómo fusionar todas estas necesidades en torno a una sola aplicación que sea sencilla de utilizar y esté dirigida a personas con problemas de memoria.
“Realmente quiero saber lo que ha ocurrido en mi vida –afirmó Dixon–, pues eso es lo que el accidente me quitó: Contexto. La habilidad de recordar los eventos de mi vida. Por qué fui a algún lugar. Todo eso. Esta forma de enfrentarme al problema, básicamente, me creó la sensación que no está todo perdido en mi vida”.
Con información de
rosario3